No es exactamente la última película que he visto, pero es de las últimas y la que ahora recuerdo. Así que siguiendo el principio de que las malas películas no dejan huella debe ser que ésta sí que me ha calado. Me parece que es una de las películas (que se producen en China para consumo europeo, todo hay que decirlo) más interesantes que he visto. Al principio puede parecer el mismo tema de siempre. En parte lo es y en parte no lo es. En mi opinión todas las historias son originales y seguramente basadas en las mismas tradiciones chinas (si nos fiamos de las introducciones a las películas, no por conocimiento propio). Los guiones y el ritmo de la película son característicos. El gusto por la estética de las imagen es muy refrescante. En resumen, una muy buena película que no hay que perderse.
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